Enviado por Oscar~Alba on Mayo 22, 2001 at 01:16:48:

Esta ves me tome el sábado, todo el día.

Fui uno de los que jorobo con que el asado se hiciese al medio día.

No podía fallar.

Igual llegue... casi tarde.

Arme el gomón en Dique Luján y a las 12:00 zarpe rumbo al CNSF.

Al salir, rogaba que el Lujan no fuese esa olla hirviendo de embarcaciones, de los sábados o domingos.

Pero no, en invierno parece que a la mayoría... no les tira tanto el río.

Me acorde de aquel cuentito que en el verano titule: "Viva el Delta, vaya un lunes!!"

Ahora podría titularlo: Viva el Delta, vaya en invierno!!.

Toda una maravilla ver la Estación Fluvial del Tigre, pero esta ves, desde el agua.

Tome tantas veces la colectiva, buscando una Chata...

Al ver los juegos del parque de diversiones desde el río, sentí algo extraño.

Como si este fuese un gigante de la ciudad, que vino a sentarse en la costa del Delta, a no se que...

Convengamos que la feria de frutos bien vale la pena,... pero el casino?

Como si el Delta fuese poco para divertirse, recrearse.

Ricardo y BeC me aclararon muy bien el como llegar.

Pero igual fui a parar a los tomates.

Cuando me era obvio que de seguir iba a terminar en el R.de L.P., me acerque a un pescador en la orilla.

Al preguntarle solo dijo: "Uhuuu!!, usted dele, dele,... y dele", acompañando su decir con un ademán de subir y bajar el brazo que nunca acababa, apuntando al norte.

Desande el camino y al final amarre en el bonito embarcadero del CNSF.

Ya al lado de la parrilla, comenzó la ceremonia.

Abrazos y apretones de manos, a los ya conocidos y a los que no.

Cuando alguno pregunto por Fulgencio, dije que todavía estaba... dando vueltas en el gomón.

Un alegrón ver a los que estaban malos de salud, prendidos a la mesa hincando el diente.

Un alegrón ver a los que están con problemas laborales, económicos, compartir la mesa, la charla. Haciendo un recreo de los problemas.

Brindando, compartiendo, recibiendo alegría.

Elegir en la parrilla era el sueño de un sibarita.

Había absolutamente de todo.

Los chorizos se podían elegir por el largo, grosor, color, cocción.

Los asadores eran para aplaudir, y no por habito, como se estila.

Todo estaba a punto, y si uno trincaba algo que no, pronto señalaban otro trozo similar que si lo estaba.

Mientras transcurría charlando con uno y con otro, yo esperaba y esperaba.

Esperaba una voz en la oreja que desde atrás me dijera: "no querés un chupetín?", o "no quiere darse una vueltita en jangada?, o quizás "no quiere acercarse al bracero?"

Pues no, nada de eso paso, los Alias que yo espera no aparecieron..

Cuando las dentaduras ya se cansaban, comenzaron las presentaciones de cada uno en "publico".

Como en la escuela, paradito y diciendo "yo soy fulano, mi barco es tal y..."

Cuando le toco a ICE, este explicó que él, había llegado de grande a la náutica,

que de no ser por el foro, en la náutica estaría solo.

Y al rato el Duro enuncio que por poco él... no había nacido en un barco.

Y que había practicado casi todos los deportes náuticos,

pero que también estaría solo si no fuese por el Foro,

o por lo menos nunca encontró un grupo náutico como este.

Al final alguno grito: ¿quién es Jangadero?, ¿y Matías?, ¿y quien...

Uno, no conocido, por lo menos había.

Me sorprendió la presentación que hizo de sí mismo "El Hermano Pancho"

Yo suponía que era otro compañero.

¿Qué quien es?

Jódanse, vayan al próximo asado.

Fuera de broma, se que a muchos se les complico la ida.

Unos por compromisos familiares y otros porque se los trago... el monte de cemento.

Pero que bien hace, tomarse un recreo.

Que bien hace,... hacerlo en compañía.

Que bien, a pesar de todo y sobre todo, cantarle a la vida.

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Hoy domingo, amanecí durmiendo en la litera de la Chata.

Al levantarme, despacito me hice unos mates.

Mientras tomaba el primero, mirando por una abertura en la popa, la que mira al río, tuve una visión.

Muy lentamente, como para que yo la viese bien, paso una chatita.

Ya reformada ella, toda blanca, paso frente a mis ojitos.

La visión consistió, allá en el Arias, en que mientras el capitán al timón navegaba, la dueña de casa, con delantal a la cintura y paño en mano, limpiaba y limpiaba los vidrios de la carroza de popa.

Iba y venia por toda la banda, en cada ventana atareada, mientras la Chata marchaba.

La imagine luego, regando un malvón, y al canario... alpiste dándole de comer.

Que tengan un buen lunes, los que fueron al asado y los que no.

Oscar.