Enviado por Oscar on Enero 23, 2001 at 14:59:15:

Despu�s de 10 a�os de no tener vacaciones este a�o me las tome, todas, de un trago.

Como no puedo hasta fines de Febrero/Marzo traer la Chata a Berisso, me fui yo a vivir a la Chata.

S�bado, 15:00 horas en Dique Lujan. Dej� el R12 en la guarder�a del Dique, infl� el gom�n de 3 mts. , instal� el Honda 4t de 8 HP, cargu� el bolso con las pilchas, hoyas, cartas, �tiles de dibujo, mas garrafita, sombrero de paja, Off, Aspirinas, implementos para la Chata, mas algunos etc.

La chapa de f�brica del gom�n dice bien clarito: 3 personas.

Por lo menos vamos como 4.

Me desped� de Omar, encargado de la guarder�a, despu�s de negociar el pago: 20$ por 10 d�as de cuidar el coche y subir y bajar el gom�n, una bicoca.

Pase los dos pies sobre los bultos y los apoy� sobre el estanco de babor y arranque el FB. Silbando, encar� el Arias.

Ya no me acuerdo cuanto hace que no silbaba, cantaba o tarareaba sin m�sica. Creo que la m�sica venia de adentro, venia.

Al encarar el Arias me encuentro al arenero Juncal a escasos 100 metros, avanzaba como siempre, regulando hacia el Paran� ,drenando los restos de agua de las bodegas en un chorro hacia estribor a 7 u 8 mts. de distancia. Yo paso por debajo!, hace un calor b�rbaro, con el chorro me pego flor de ba�o, tengo casi todo estanco y el balde plegable a mano, me dije.

El ba�o fue reconfortante. Un flaco desde el arenero me miraba. Debe pensar que los turistas hacemos boludeces, pens�.

Ma s�!, que piense lo que quiera.

Cuando terminaba de pasar al Juncal, con su roda a 15 metros el FB ratea. Me tiro asustado a los sauces de la costa. Una bolsa,... Supermercado... no s� que, dec�a. Puteo al que la tiro y me juro no tirar al r�o ni las colillas de los cigarrillos.

Esta ves paso el arenero por babor.

El flaco se corri� de banda para mirarme. Me hace la se�a con el pulgar en alto en se�al de OK o de suerte y sonr�e. Lo saludo y pienso que lo divert� un rato en su largo viaje de 20 hs. Y tambi�n le sonr�o. Y por dentro me propongo no ser tan temerario.

Llego a la Chata, saludo a la Flia. Biyoli y me instalo dispuesto a vivir a lo indio. Me olvid� la frazada, pido una.

Reviso el fondeo armado con el ancla que me dio David y pido a Jorge otra m�s. Saco de la zanja/arroyito a la Chata y la fondeo con la proa hacia la corriente. El ancla de David hacia el centro del canal desde proa , 30 metros, otro cabo de 10 hacia una amarra vieja. A popa lo mismo pero con un ancla mas chica y menos cabo. Espero la primera lancha colectiva y verifico los bandazos. Todo bien.

Quedo as� 10 d�as.

A tierra,... en gom�n o nadando.

Y esa noche, luego de cenar en tierra con los Biyoli me doy uno de los gustos de mis sue�os. No hay casi viento.

Llevo el gom�n hacia el centro del Arias, y en el silencio total, iluminado solo por las estrellas y la luna, me dejo llevar por la corriente. Los remos descansan en el agua, a mano.

El agua es un espejo, la luna me mira reflejada como desde el fondo del r�o, alg�n p�jaro, de esos que nunca se ven de d�a, canta un canto extra�o, un gato chilla peleando con otro o asustado por algo.

Pasan los minutos, ya no s� cuanto recorr�, no reconozco las amarras. Los bichos de luz me indican cerquita la presencia de la costa, sin darme cuenta el bote derivo hacia una orilla y unos perros me ladran.

Comienzo a ver las l�neas de pesca que los lugare�os dejan toda la noche en sus amarras.

Si tropiezo con alguna de esas que le ponen campanillas a la ca�a voy a joder a alguno.

Con los remos me alejo hacia el centro del canal, enciendo la lucecita del gom�n y el FB. Regulando me vuelvo, escuchando solo el gorgoteo del escape en el agua.

Cuando llego a la Chata tengo la sensaci�n de haberme dado un ba�o de inmersi�n durante horas y horas.

Luego de unos mates en cubierta me meto al sobre en la litera.

El olor de la madera, el espiral y el gasoil me invade las narices. Desde la tarde que no fumo. El suave balanceo que solo percibo con los ojos cerrados me hamaca como en una cuna.

Me duermo como un angelito.

A las 6:00 AM el paso del Juncal a 20 mts. que vuelve cargado me despierta con su pof pof. Repet� la cosa casi todas las noches y una sola vez, con calma chicha, en el Paran�. Menos la noche de la tormenta.

A las 23 las nubes se desplomaron, y record� una fantas�a seudo cient�fica de la infancia: Hab�a demasiada agua arriba y se cay� toda.

En medio del vendaval apagu� todas las luces y busqu� en la vieja radio, R. Nacional: m�sica cl�sica, y por suerte vibrante.

Me quede hipnotizado viendo caer un rayo celestial sobre el Arias al ritmo de la m�sica. La timonera se iluminaba con los rel�mpagos, uno tras otro o en ramilletes, y cosa rara, sin truenos. La Chata se manten�a quietecita con los cabos del fondeo tensos como si fueran r�gidos.

Esa noche me dorm� con el golpeteo de la lluvia en el techo de la litera a 50 cmts. de la jeta, con la m�sica que segu�a y segu�a, como el agua.

Solo a la ma�ana siguiente, por la misma radio aun encendida, me entere del desastre que el temporal caus�.

Para el Delta, solo se cort� la energ�a el�ctrica. Todos volvieron atr�s, como hace 4 a�os, con los faroles y los peque�os grupos electr�genos.

Jorge Biyoli, mi hospedante, que trabaja en la compa��a el�ctrica, se pas� el d�a ubicando ramas ca�das sobre las l�neas en las picadas abiertas en los montes.

A �l le toca la l�nea del Arias, no tiene escapatoria, naci� all� y la tendi� el mismo.

El martes,... creo, pues el lunes deje de contar los d�as, Jorge me invita a comer un asado en una picada nueva para tender una l�nea el�ctrica sobre el Lujan, luego del Dique del mismo nombre.

�Si vamos con la Chata y el gom�n a remolque? vamos, le propuse.

Fuimos, y a las 13 hs. estabamos comiendo haciendo ronda en el patio de una casa abandonada de la rivera.

+Por qu� ser� que los asados de obra son tan ricos?

A las 14 me doy cuenta que llev�bamos todos una hora escuchando al Bocha, bastante picadito, la historia de su vida y de como fue a parar al Delta.

Me disculpo con este y le digo que el bote lo llevo para remontar el Lujan. Si usted le da y le da, llega hasta la mism�sima iglesia, me dice el Bocha.

Le di y le di, no llegue hasta la Bas�lica, pero si hasta donde no se ven mas ceibos ni sauces.

Apareci� el campo con sus vaquitas y eucaliptos, y hasta alg�n carancho a lo lejos. Al volver al campamento la cosa no daba para m�s. El Bocha segu�a en su relato impert�rrito con un solo compa�ero laburante de auditorio. Los dem�s dorm�an la mona.

Lo despierto a Jorge y le propongo partir.

Bueno vamos, pero vamos por el Correntino que tengo que recoger algo, me comenta.

Remontamos el Lujan, luego el arroyo que desemboca en el Paran�.

A mitad de camino me dice: Atrac� all�, donde esta la pila de palos de luz que dos son m�os.

No hab�a terminado la maniobra que este ya hab�a saltado a la orilla y enlazando dos brutos troncos de los que mas sobresal�an con el cabo del ancla.

-Pone reversa- me grito.

Tens� primero el cabo y luego si, sub� las revoluciones del Fiat CP3.

Luego de un momento de indecisi�n, la Chata saco los palos del mont�n como si fueran escarbadientes.

Cuando puse avante para frenar la arrancada Jorge ya hab�a pasado el otro extremo del cabo de proa a popa.

Y nos fuimos, con los palos por estribor como la jangada de Carlitos / Jangadero y el gom�n por babor.

-No tendr�s muchos nudos,... pero que pulenta !!! he?, me grit� Jorge a las carcajadas.

Los d�as siguientes me la paso recorriendo cuanto r�o, arroyo o canal veo en la carta o encuentro en el camino por las riveras.

Caraguata, Carapachay, Cruz Color, Durazno, Correntino, Guayraca, De la Serna, Antonio Seoane, Animas, del Rodeo, etc. etc., ...casi todos a m�nima velocidad, sin planear. Solo lo hago en los mas grandes, donde si no mantengo cierta velocidad, el paso de los cruceros a toda maquina implica para mi un andar torturante.

El Domingo los Grandes Barcos de Capit�n con Gorra y Se�orita me expulsan hacia un arroyito sin salida a dormir la siesta.

Recorro todos hasta el fondo, hasta que aparecen los camalotes y los juncos y pego la vuelta o confluyo a un nuevo curso.

Con la excusa de preguntar �por donde estoy?, establezco charlas con los lugare�os, algunas largas. Muchos, grandes de edad, me confiesan que rajaron de la ciudad hace a�os, la mayor�a sin un mango, pero en el Delta viven con poco, su consumismo no existe.

Otros nacieron all� y recuerdan con tristeza y a�oranza los a�os de esplendor de La Isla. Unos pocos no son de aqu� y alquilaron una casita con la familia para pasarse unos d�as, la pasan bien y todos dicen: Es barato!.

La gente no dice vivir en el Delta ni en el Tigre, le llaman La Isla a todo aunque sean un conjunto de estas.

Si est�n a m�s de 3 horas de marcha dicen vivir casi en el Uruguay

Me divierto imaginando el porque del nombre de las amarras: "Aqu� no es", "Aqu� es", "La Ilusi�n", "El berret�n", muchas al estilo de "Los tres amigos", muchas otras a "El para�so" Tantas de estas ultimas que uno puso en una amarra precaria "El infierno". No se si por llevar la contra o porque se lo comieron los mosquitos.

Hago lo mismo con los nombres de los barcos de los "turistas" De estos aprend� algo: si el nombre suena en ingles y es muy moderno, agarrate hermano!, que casi, casi seguro pasa echando putas.

Si en cambio se llama "El linyera" por ejemplo, quedate tranquilo, pasara regulando, te saludara y si le das oportunidad, para y se pone a charlar.

Mi autonom�a no es el tanque de nafta, el motorcito no consume un joraca. El l�mite de autonom�a soy yo, a la noche me duelen las articulaciones, me cuesta subirme a la litera.

Cada retorno a la Chata es una victoria, un d�a completo sin que le falte nada.

A las 21 enciendo un espiral y luego el Fiat para cargar las bater�as y me doy un chapuz�n, retorno a la cubierta para enjabonarme y me zambullo otra vez para el enjuague, me dejo un rato llevar por la corriente haciendo la plancha si la corriente es r�pida.

Como con los Biyoli o me hago algo con la garrafita.

Luego pesco, pero no logro sacar nada presentable como para compartir con la familia, invariablemente devuelvo los peces al r�o. Pero el segundo Domingo llega un amigo de la familia y en 20� saca una Boga y un suculento Zurub�, juntos suman 4 Kgrs. En el mismo lugar que yo, con las mismas lombrices, pero con su ca�a y experiencia. A la hora los comemos fritos en un disco y me tengo que bancar las cargadas.

Tienen raz�n, pescando soy un fracaso por mas que yo diga que si hubiera sumado los bagres....

A las 23 me acuesto, a veces con la radio, otras con los ruidos de la noche. Ya reconozco los barcos que pasan por el ruido del motor. Los areneros Juncal y San Antonio son casi iguales pero en la noche suenan distinto.

Desde el martes que el Juncal si no me ve chupar mate en cubierta toca apenas su sirena para que salga y salude. Al capit�n, gordito �l, no le conozco la jeta, solo la mano. La llegada de las lanchas colectivas o las Chatas/almac�n se preanuncian por el sonido hasta 10 minutos antes.

A las 3 de la matina pasa "La Leonora", que cada tres d�as le deja un caj�n de ciruelas en la amarra a los Biyoli.

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Hay m�s, hay mucho m�s, pero esto ya es muy largo como para no aburrirse. El viernes 19 me volv�, me desped� de todos, los Biyoli, la Chata y de todo lo que hay dentro de la cartas A1 y A2 del Atlas Cartogr�fico, de los se�ores de los cruceros con singladuras mas que presurosas tambi�n, con menos bronca, pues entend� que estos, por el Delta,... solo pasan.

Me volv� y en la autopista tarde 15 minutos en reaccionar y prender las luces del R12 de d�a como los dem�s, como luego tarde otro tanto en marchara 60 K/h por la Libertador.

No entend�a absolutamente nada.

Tambi�n,... hacia 10 d�as que por radio solo escuchaba m�sica y los informes meteorol�gicos.

Que la pasen bien. Extra�aba el Foro.

O sea, ustedes.

Pdata:

En estas vacaciones mas que Oscar fui Fulgencio, mi otro yo.

O fui el que deber�a ser siempre?