Trágico final del María Asumpta

Fuente Revista Yate

Una cadena de circunstancias adversas se combinaron el 30 de mayo de 1995, para provocar el hundimiento del velero María Asumpta. El buque había partido de Swansea en dirección a Padstow, puerto situado en la ría de Bristol, en el sudoeste de Gran Bretaña.

El buque iba a toda vela cuando alcanzo la entrada a la bahía, en ese momento el capitán y propietario Mark Litchfield, notó que el viento moderado no era suficientemente fuerte para evitar que la corriente lo arrastrase hacia las rocas.

El María Asumpta a toda vela después de 136 años de servicio . Actualmente llevaba una superficie bélica de 700m2 y su aparejo era el de una brickbarca, es decir que lleva en los dos palos velas de vergas y en el palo mayor una cangreja.

Rápidamente accionó los dos motores GEC Dromer, pero por un bloqueo de combustible el barco quedó sin maniobrabilidad apenas cinco minutos después. Se acercaban peligrosamente a la costa, empujados por la fuerte corriente y la marea del atlántico, hasta estrellarse contra unas rocas. A las cuatro y veinte el capitán envió un Mayday. Pocos minutos después, el buque se había hecho mil pedazos.

De los 14 miembros de la tripulación, seis consiguieron salvarse llegando por sus propios medios a tierra, mientras otros cinco fueron rescatados por una barca de pesca que se encontraba trabajando cerca.

La brickbarca María Asumpta estrellada contra las rocas y con balsas salvavidas visibles cerca del naufragio.

Las únicas mujeres de la tripulación, Emily, de 20 años y Ann, de 50, se mantenían sujetas a un lateral del barco, que se hundía irremediablemente.

Fue un tripulante, el joven Jaime Campbell, quien decidió arrojarse al mar, a pesar de que la temperatura del agua era de 13º C, para tratar de rescatarlas. Jaime llegó a tomar a Emily, pero la enorme marea volvió a arrastrarla consigo. El mar no devolvió su cuerpo ni el del maquinista Jhon Shannon. Si se pudo rescatar sin vida el cuerpo de Ann.

Con el María Asumpta se ha hundido el barco más antiguo de su clase. Fue construido en el año 1858 en la playa de Badalona e iba destinado a José Isern y Raminto, que pensaba destinarlo al comercio con América, principalmente en el Caribe.

A finales del siglo XIX perteneció a una familia gallega y fue usado en el comercio costero, en un principio alrededor de toda la península Ibérica y, más tarde, solo en el Mediterráneo, donde finalizo su vida comercial en 1980.

Entonces, Mark Litchfield, que en su juventud haba servido a la armada inglesa, buscaba con su compañero Robert Wright dos barcos adecuados para la película “Tai Pan”. Mark se encargó de restaurar el que entonces se llamaba Ciudad de Inca, que luego fuera María Asumpta, y su compañero se hizo cargo del pailebote Marqués, que transformo en un barco de tres palos. La película ni siquiera se rodó, pero los patrones continuaron con la restauración. En el año 1984 se perdió el Marques durante un fuerte temporal en las bermudas, donde murieron 19 personas.

Desde entonces, Mark Litchfield, mantuvo su María Asumpta solo gracias a la activa ayuda de la asociación “amigos del María Asumpta”. En el año 1984, el barco navegó hacia el Caribe y los grandes Lagos en el norte de Estados Unidos, donde permaneció hasta 1988. La travesía del Atlántico puede ser considerada como una hazaña para un barco de su antigüedad. Entre 1988 y 1994, el María Asumpta navegó principalmente en aguas del canal de la mancha, haciendo excursiones también hasta Holanda.



Helicópteros ayudando en el rescate de los náufragos

Es difícil saber a ciencia cierta las causas que provocaron la parada de los motores, y más teniendo en cuenta que se habían instalado recientemente y siempre habían recibido un cuidadoso mantenimiento, debido al constante peligro de incendio que suponía su casco de madera.